Dios Rickman, Segunda Parte

Altáriel me recordaba ayer que aún quedan muchos Excelsos y demás venerados alanrickmanistas, como Colin Firth o Clive Owen, que todavía no se han nombrado en este Harén.Y tienes razón. Creo que voy a pillar la lista de nuestra religión y voy a ir Santo por Santo, je, je, haciéndoles un huequecito en este humilde lugar. Pero no he podido evitar empezar por quien siempre se debe empezar. ¡Para algo es nuestro Dios! Hace tiempo puse una entrada ya sobre él, y Lothi es muy dada, con su arte para la pluma, a dedicarle tiempo en su maravilloso y victoriano blog (como buena alanrickmanista, la más acérrima junto a Sileithel y a mí), pero tenía que hacerlo otra vez. Entendedme: le adoro. Y soy su Elevada Sacerdotisa, leñes. ;)

Mi amor por Alan Rickman comenzó hace muchos años, cuando fui a ver Robin Hood, Príncipe de los Ladrones al cine y, mientras todas mis amigas flipaban con Kevin Costner, yo caí prendada del malo maloso del film, as always. Esto mismo sucedió cuando le reconocí en La Jungla de Cristal (jo, y luego te enteras en las siguientes películas que sería hermano en la ficción y en la maldad de Jeremy Irons, ¡¡mah!!), por ejemplo. . . O cuando ya nos remató transformándose en el profesor de Pociones (I love Potions) Severus Snape, dicen por ahí que a petición expresa de la propia Rowling.
Claro que uno de los momentos más duros para mí y que más se recuerdan en mi casa fue esa mañana que estaba en el sofá soportando Los 40 en Canal + y, de pronto, me encuentro con este vídeo de Texas...
Imaginad por un momento la escena: yo ahí gritando "¡Dios! ¡Es Alan Rickman! ¿Qué? ¿Le está abrazando Alan Rickman? ¡¡¡Dios!!! ¡¿Cómo les han dejado hacer ese baile de alta tensión?! ¡¡¿Y por qué no lo hace conmigo?!" En fin, un poema. Menos mal que en mi casa están acostumbrados a mi mitomanía y a mi tendencia a la gerontofilia platónica, je, je, je. ¡Comparto gusto con mi madre! ;)

Otro personaje de Alan que me encanta es Metatron, el Arcangel de la Voz de Dios (mi ángel favorito antes de ver la peli, os lo juro!! -¿Veis? Alan tiene que ser Dios y yo una de sus enviadas, porque todo encaja...), en Dogma. ¡En fin! Yo llevo un año y pico siendo su Sacerdotisa: a ver si algún día se me aparece...

Mucha gente me pregunta por qué me apasiona Alan tanto, que no es el típico actor guapo y encima tiene ya sesenta años. ¡Ja! Supongo que esto, claro, es cuestión de gustos. Pero a mí Alan Rickman me gusta, me atrae, me fascina, me descontrola y, qué leches, me pone. Es así. A mí me resulta atractivo y carismático, tanto en cualquiera de sus personajes como en la vida real.

Me encaanta su perfil.

Y de frente también, ¡ja,ja, ja!

Alan me gusta por ese carisma que desprenden los buenos actores shakesperianos de teatro. Porque me encanta su intensa mirada y su leve sonrisa.


Alan me gusta por ese cierto toque de maldad que a veces desprende.

Y por su voz...
Alan posee ese curioso don que, como bien definió Lothíriel, "con una simple sonrisa despectiva hace que notes mariposas en el estómago. Y no digamos cuando sonríe de verdad."

Y Alan me gusta porque posiblemente, para mí, no sólo sea el mejor actor británico, sino el más elegante de todos.

Es un actor versátil, que tan pronto puede aparentar ser el personaje más perverso del mundo como el más divertido. De todos ellos, yo me quedo con Severus...

(Nota mental: ya que no lo puedo tener a él, me contentaré con su muñeco en Septiembre...¬¬).

... Y con el Coronel Brandon de Sentido y Sensibilidad, curiosamente mi personaje literario favorito junto con lord Arthur de El retrato de Dorian Gray y Heathcliff de Cumbres Borrascosas (¿Véis cómo todo encaja? XD).

Por todo ello, quizás podréis entender por qué, a pesar de tener 60 años, estoy terriblemente enamorada de este hombre. No quiero morirme sin poder verle sobre un escenario, aunque sea una única vez. Lothi, Sileithel y yo estaremos preparadas en cualquier momento para pillar un avión e ir a verle a Londres, intuyo yo. ;)

¡En fin! Que por todo esto y por mucho más, decididamente: I love you, Mr. Rickman!!